jueves, 14 de octubre de 2010

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En la ciudad de México, los mantos acuíferos están sobreexplotados en 250 por ciento , ya que anualmente se extraen 8 millones de metros cúbicos, y la recarga es de 2 millones, por lo que se tiene que traer agua potable de fuentes alternas como los ríos Lerma y Cutzamala.  En lo anterior coincidieron Guillermo Calderón, director general de Regulación Ambiental y Agua de la Secretaría del Medio Ambiente, y el investigador de la UNAM Manuel Perlo Cohen, quienes insistieron en la necesidad de fomentar una cultura de prevención del agua.  El funcionario del gobierno capitalino dejó abierta la posibilidad de que se castigue con multas económicas o cárcel a quienes propicien descargas de productos tóxicos al subsuelo de la ciudad de México, ya que contaminan los mantos freáticos.  Recordó que en el Código Penal del Distrito Federal están tipificados como delitos el ecocidio y los daños contra la salud, propiciados por la contaminación del agua, aire y ruido.  Asimismo, la Ley Ambiental del Distrito Federal establece condiciones generales de control de las descargas de aguas residuales, así como las que se vierten hacia el sistema de drenaje y alcantarillado, cuidando, sobre todo, que no se lleven a cabo derrames de sustancias peligrosas al subsuelo y a los acuíferos.  Entre las políticas que lleva a cabo la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal destaca fomentar el uso de eficiente del agua potable, para lo cual se piensa implantar equipos economizadores de agua (grifos, regaderas, retretes) en 600 mil viviendas, así como reparar fugas en los baños, lavabos y fregaderos.  Además, dijo Guillermo Calderón, se buscará aplicar un programa natural en el suelo de conservación, para aprovechar el agua de lluvia y recargar los mantos acuíferos.  Es decir, explicó, aprovechar el agua que resbala por las cuencas de los ríos Magdalena y Mixcoac, Presa Dolores y Valle Montealegre, con lo que la recarga podría alcanzar hasta dos metros cúbicos por segundo.  Perlo Cohen dijo que es urgente que los gobiernos federal, capitalino y del estado de México subsanen, a la brevedad, el déficit de agua potable que tiene el valle de México, o de otra manera en 10 o 20 años se agudizará la escasez del vital líquido.  Comentó que, a pesar de que se habla de sobreexplotación del acuífero, se le sigue sacando agua de la que normalmente se extraía.  Otro problema, dijo, es el elevado subsidio que el gobierno del Distrito Federal otorga a más de 8.5 millones de capitalinos, sin reparar en si son grandes, medianos o pequeños consumidores.
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