jueves, 17 de marzo de 2011

INVESTIGACION DE EXPOSICION

“CONTAMINACION DEL SUELO URBANO Y RURAL”
La contaminación del suelo generalmente aparece al producirse una ruptura de tanques de almacenamiento subterráneo, aplicación de pesticidas, filtraciones de rellenos sanitarios o de acumulación directa de productos industriales.
Los químicos más comunes incluyen derivados del petróleo, solventes, pesticidas y otros metales pesados. Éste fenómeno está estrechamente relacionado con el grado de industrialización e intensidad del uso de químicos.
En lo concerniente a la contaminación de suelos su riesgo es primariamente de salud, de forma directa y al entrar en contacto con fuentes de agua potable. La delimitación de las zonas contaminadas y la resultante limpieza de esta son tareas que consumen mucho tiempo y dinero, requiriendo extensas habilidades de geología, hidrografía, química y modelos a computadora
La proliferación de agentes contaminantes tiene relación con el consumo masivo, el consumo masivo de combustibles fósiles aumenta el efecto invernadero, y aumenta las posibilidades de derames petroleros por la mayor necesidad de combustibles, el plástico por no ser biodegradable se acumula en tierra y en el mar (como desechos marinos), los desechos industriales generalmente son consecuencia de accidentes o un bajo control de el daño que la industria puede ocasionar al ambiente.
El Blacksmith Institute, una organización no gubernamental que monitorea la contaminación, realizó una lista de los países más contaminados del mundo, en el informe de 2007 figuran: Azerbaiján, China, India, Perú, Rusia, Ucrania y Zambia.
Efecto
Expertos en salud ambiental y cardiólogos de la Universidad de California del Sur acaban de demostrar por primera vez lo que hasta ahora era apenas una sospecha: la contaminación ambiental de las grandes ciudades afecta la salud cardiovascular. Se comprobó que existe una relación directa entre el aumento en la concentración de las partículas contaminantes del aire de la ciudad y el engrosamiento de la pared interna de las arterias (la llamada "íntima media"), que es un indicador comprobado de la arteriosclerosis.
El efecto persistente de la contaminación del aire respirado, en un proceso silencioso de años, conduce finalmente al desarrollo de afecciones cardiovasculares agudas, como el infarto.
Contaminación de Suelos rurales y urbanos                                                                                                                          Todo proceso de contaminación urbana reconoce 3 estados fundamentales:
- Origen: puede ser variado, como; emisión de humos industriales, combustión vehicular, emisión de sonidos, fugas gaseosas, etc.
- Vector: es el elemento encargado de transportar el contaminante desde el origen hasta el destinatario. Los vectores son: aire, aguas superficiales, aguas subterráneas y suelo.
- Destinatario: está constituido por los seres vivos y esencialmente el hombre.
En una zona agrícola, la contaminación puede originarse por el polvo emanado por las elevadoras de granos y trasladado por el vector aire.
Un suelo se puede degradar al acumularse en el sustancias a unos niveles tales que repercute negativamente en el comportamiento de los suelos. La biodisponibilidad se entiende como la asimilación de contaminantes por los organismos y en consecuencia la posibilidad de causar algún efecto negativo o positivo, el suelo se puede contaminar por fitosanitarios como el resultado de un mal uso. Los fitosanitarios son productos utilizados para combatir los parásitos y enfermedades de las plantas, proteger los cultivos de los agentes dañinos aunque no sean parásitos y mejoran cualitativa y cuantitativamente la producción.
El suelo rustico no cumple los requisitos para ser urbanizado.

“CONTAMINACION DE SUELO RURAL”

Desde el punto de vista urbano consideramos el Suelo rural o rústico, como el conjunto de terrenos que deben ser protegidos del proceso de urbanización. Los criterios de protección vienen establecidos desde el planeamiento urbanístico y en función de los mismos establece el planificador diversas categorías que quedan reflejadas tanto en la zonificación como en las ordenanzas de aplicación que tendrán por objeto su protección específica.
Si los terrenos presentan manifiestos valores naturales, culturales o productivos que justifiquen la necesidad de protegerlos o de establecer limitaciones a su aprovechamiento, como son los valores ambientales, ecológicos, geológicos, litológicos, paisajísticos, científicos, educativos, históricos, artísticos, arqueológicos, etnológicos, turísticos, recreativos, deportivos, agrícolas, ganaderos, forestales y de riqueza natural, así como las formas tradicionales de ocupación humana del territorio, los paisajes resultado de procesos seculares de transformación humana del medio físico y las construcciones e instalaciones vinculadas a la utilización de los recursos naturales.
Para facilitar o promover su recuperación, o para evitar una mayor degradación que aquellos terrenos que en el pasado valiosos.
Amenazados por riesgos naturales o tecnológicos incompatibles con su urbanización, tales como inundación, erosión, hundimiento, deslizamiento, alud, incendio, contaminación o cualquier otro tipo de perturbación del medio ambiente o de la seguridad y salud públicas.
Rústico común los que deban ser protegidos del proceso de urbanización pero no precisen ser incluidos en ninguna de las categorías señaladas a continuación.
De entorno urbano, los colindantes con los núcleos de población que se estime necesario proteger con objeto de no comprometer su desarrollo futuro; preservar el paisaje tradicional, fomentando una transición armónica entre el medio urbano y el medio natural, así como las perspectivas y panorámicas de interés, tanto desde el núcleo hacia su entorno como a la inversa.
De asentamiento tradicional los que se estime necesario proteger para preservar las formas tradicionales de ocupación humana del territorio que no se emplacen en suelo urbano, como Los elementos de arquitectura tradicional propios del suelo rural, tales como aceñas, apriscos, batanes, bodegas, brañas, cabañas, casas de teito, casetas de era, de pozo y de viña, chozos, cortines, esquileos, fuentes, guardaviñas, hórreos, invernales, majadas, molinos, palomares, paneras, refugios, tenadas y otros análogos, tanto aislados como agrupados; las alquerías y otros núcleos situados en el interior de dehesas, conjuntos monásticos desafectados y otras grandes explotaciones agropecuarias; los núcleos vinculados al servicio de las cañadas reales y demás vías pecuarias; las zonas en las que se constate la existencia histórica de poblamiento disperso y los núcleos de población abandonados, deshabitados o sin población permanente.
Con protección agropecuaria los que se estime necesario proteger por su interés, calidad, riqueza, tradición, singularidad u otras características agrícolas, ganaderas o forestales y para no comprometer la funcionalidad y rentabilidad de las instalaciones de regadío y demás infraestructuras agrarias existentes o previstas en la planificación sectorial.
Con protección de infraestructuras los ya ocupados o afectados por obras públicas y otras infraestructuras de carácter ambiental, hidráulico, energético, de comunicaciones, de telecomunicaciones, de transportes,[3] así como sus zonas de afección, defensa, protección, servidumbre o denominación equivalente. y también los terrenos que conforme a lo previsto en los instrumentos de ordenación del territorio, planeamiento urbanístico y planeamiento sectorial vayan a ser ocupados o afectados, así como por sus zonas de afección, defensa, protección, servidumbre o denominación
Con protección cultural, los ocupados por Bienes de Interés Cultural , bienes arqueológicos y otros elementos catalogados, así como sus entornos de protección, los que sean objeto de protección especial conforme a la legislación de patrimonio cultural, así como sus entornos de protección, y además los que el planificador estime necesario proteger tanto por su contigüidad, cercanía o vinculación o por cualesquiera otros valores culturales acreditados, presentes o pasados.
Con protección natural los definidos en la legislación de espacios naturales como zonas de reserva, zonas de uso limitado y zonas húmedas de interés especial; en la legislación de aguas como dominio público hidráulico, cauces de corrientes naturales continuas y discontinuas, lechos de los lagos, lagunas, zonas húmedas y embalses superficiales, así como las zonas de servidumbre de las riberas; las vías pecuarias los que el planificador estime necesario proteger, tanto para preservar o regenerar el suelo, la fauna, la flora o las masas forestales, o porque deban ser objeto de restauración ambiental y por cualesquiera otros valores naturales acreditados, presentes o pasados
Con protección especial: los amenazados por riesgos naturales o tecnológicos incompatibles con su urbanización, tales como inundación, erosión, hundimiento, deslizamiento, alud, incendio, contaminación; donde existan razones objetivas que desaconsejen su urbanización porque su urbanización sea contraria a las exigencias de la Defensa Nacional, presenten características topográficas, geológicas, geotécnicas o mecánicas que desaconsejen su urbanización, tales como propensión a los deslizamientos, pendientes fuertes, baja resistencia, expansividad de arcillas o existencia de depósitos o corrientes de aguas subterráneas cuya protección sea necesaria; porque hayan sustentado anteriormente usos industriales, extractivos, de producción de energía, de depósito o tratamiento de residuos u otros análogos

“CONTAMINACION DE SUELO URBANO”

Los principales inconvenientes ambientales que se presentan a escala municipal son, entre otros, la contaminación del aire y del agua, el emplazamiento urbanístico o industrial en áreas inconvenientes y la contaminación sonora, electromagnética y visual. Esta multiplicidad de trastornos, muchas veces considerados menores si se los compara con otras problemáticas de carácter global o regional, tiene sin embargo una gran incidencia negativa en la vida cotidiana de los afectados.
Se ha definido de manera general al medio ambiente como "El conjunto de elementos naturales o inducidos por el hombre que interactúan en un espacio y tiempo determinados".
El ambiente humano se ha definido doctrinariamente como "Un sistema dinámico, limitado, armónico y complejo que comprende un ámbito biofísico y sociocultural en que la persona puede existir y desarrollarse conforme su naturaleza biológica, espiritual y social, constituido e integrado por elementos funcionales de la naturaleza, o inducidos o creados por el hombre, que interactuando entre sí y con el propio ser humano, condicionan su capacidad de obrar y promueven la igualdad y la solidaridad social para armonizar la pluralidad de libertades en la unidad de la convivencia".
Se considera que existen problemas ambientales cuando a partir de la relación entre la sociedad y el medio físico se generan -ya sea en forma directa o indirecta- consecuencias negativas para la calidad de vida de la población presente o futura. Estas problemáticas dan origen al daño ambiental. El daño ambiental es definido como "La alteración, pérdida, disminución o menoscabo significativo que directa o indirectamente afecta o puede afectar en forma inmediata o mediata al derecho al ambiente o a uno o más de sus componentes".
Todo proceso de contaminación urbana reconoce tres estadios fundamentales: origen, vector y destinatario.
El origen puede ser variado, entre las diferentes fuentes pueden reconocerse: emisión de humos industriales, combustión vehicular, emisión de efluentes gaseosos, vertido de efluentes industriales y domésticos, basuras, residuos agroquímicos, residuos de biocidas de uso ganadero, emisión de sonidos, fugas gaseosas, proliferación descontrolada de la publicidad callejera y tendido aéreo de cables.
El vector es el elemento encargado de transportar el contaminante desde el origen al destinatario. Los vectores, ordenados por su energía; es decir, su capacidad de transmisión- son: el aire, las aguas superficiales, las aguas subterráneas y el suelo.
El destinatario, último eslabón de la cadena, está constituido por los seres vivos y esencialmente el hombre.
En las ciudades existen innumerables ejemplos de contaminación que siguen la secuencia aludida, dependiendo del tipo de actividad económica predominante, del tamaño poblacional, del grado de infraestructura, de la ubicación geográfica, tipo de clima, etc.
En una zona agrícola, la contaminación puede originarse por el polvo emanado por las elevadoras de granos y trasladado por el vector aire.
En cambio, en un caso de contaminación por vertido de cadmio, plomo, mercurio y arsénico, aparentemente originado por las curtiembres y los efluentes industriales como ocurre en el Río Bogotá, el vector es el agua.
La gestión municipal ambiental debe actuar sobre los tres eslabones; sobre el origen, ordenando los comportamientos públicos y privados a través de leyes u otro tipo de normas que controlen la llegada al medio ambiente de elementos contaminantes. Sobre los vectores, procurando su conocimiento e intentando su ordenamiento, para atenuar al menos sus efectos perjudiciales. Sobre el destinatario, facilitando la comprensión de los problemas y las soluciones a través de la comunicación social y la educación formal e informal.